Historia.


La Fundación de Personas de Trasplante de Hígado Vida Nueva, fue creada a partir de la inquietud de cuatro personas adultas Trasplantadas de Hígado y sus familiares, debido a la gran desinformación sobre la importancia de la Donación de Órganos en el país.
A partir del mes de Noviembre del año 2007, este grupo de personas en conjunto con Especialistas del Área y Trabajo Social, llegaron a la conclusión que era necesario formar una Organización para darle apoyo a los que esperan un trasplante y su familia, al igual que luchar por el tema de Donación de Órganos y defender los derechos de los pacientes.
La Fundación de Personas de Trasplante de Hígado Vida Nueva queda constituida legalmente en el mes de Mayo del año 2008 al quedar inscrita en el Registro Público de Costa Rica.
Gracias a la excelente labor realizada durante esos años, no sólo a los pacientes que requieren un Trasplante de Hígado, sino también brindando apoyo a aquellos que requieren otro tipo de Trasplante sean en niños o adultos, se da la modificación de la misma, logrando en el año 2014 ser la Fundación Vida Nueva Donación y Trasplante.
En el país se ha logrado un papel de facilitador y promotor del tema de Donación de Órganos y Tejidos, realizando campañas periódicas en escuelas, colegios, universidades, empresas privadas y públicas al igual que en lugares públicos de Costa Rica.  Con este trabajo se ha logrado trasplantar cantidad de personas tanto niños como adultos de todos los órganos, en este momento se están trasplantando en Costa Rica alrededor de 400 personas por año.
A las personas pre y trasplantadas de cualquier tipo de órgano y sin importar su edad, se les brinda educación, asesoría y acompañamiento  para que puedan sobrellevar con tranquilidad el proceso de la espera del trasplante y el pos trasplante, igualmente a los pacientes de escasos recursos se les trata de buscar opciones para que se pueda trasplantar, ya que por no tener las condiciones higiénicas en su hogar pierden la opción al trasplante. Las condiciones inadecuadas los hacen más vulnerables  a contaminación ya que una de las medidas para evitar el rechazo del órgano trasplantado es la baja de defensas, lo cual exige su permanencia durante unos meses en un cuarto de aislamiento.
Igualmente, a los familiares se les orienta y educa para que la atención en el hogar de los nuevos trasplantados cumpla las medidas de seguridad  que evitan contaminaciones que atentan contra la vida del recién trasplantado. 
El propósito fundamental es lograr que el trasplante sea exitoso y que las personas trasplantadas lleguen a ser  voceros dentro de sus grupos de compañeros.